dilluns, 26 de gener del 2009

PACO IBÁÑEZ Y JAVIER KRAHE, AIRE FRESCO


PACO IBÁÑEZ Y JAVIER KRAHE, AIRE MUY FRESCO.

Estamos viviendo tiempos difíciles, aunque no sé si han existido alguna vez tiempos fáciles.

La humanidad tiene graves problemas a nivel mundial: guerras, violencia, hambre, enfermedades, crisis económica, calentamiento global y otros.

A nivel más local, también nos preocupan problemas importantes: el crecimiento del paro, con más de 3 millones de parados y más de 800.000 hogares con todos sus miembros en paro, empresas que cierran, los jueces y la situación general de la justicia, el PP y su espionaje, los vendavales de este fin de semana con varios muertos, todos dolorosos, pero especialmente los 4 niños en Sant Boi de Llobregat, en fin, tantos y tantos problemas.

Muchas personas tienen depositadas muchas ilusiones en que Obama traerá soluciones, y están tan ilusionados, que sólo pueden desilusionarse a partir de ahora. Yo soy más escéptico. Espero poco, aunque estoy seguro que tendrá algo más de sentido común que el lamentable Bush.

Pues en medio de tanto problema, la semana pasada, recibí dos soplos, dos bocanadas de aire fresco: los conciertos de PACO IBÁÑEZ y JAVIER KRAHE.

PACO IBÁÑEZ, en el Palau de la Música Catalana, nos refuerza en las convicciones clásicas de la izquierda. Se declara abiertamente anti-imperialista, ofrece su concierto como homenaje al masacrado pueblo palestino, reivindica a José Agustín Goytisolo (dice que es el único poeta de su generación que “El País” no ha incluido en la colección que publica, ¿quizá por ser demasiado “rojo”?), y nos canta con su poca voz y su gran energía de siempre, sus canciones de siempre y algunas de su nuevo disco.

Con PACO IBÁÑEZ sigo sintiéndome de izquierdas, sin complejos. Siento que somos los modernos, los progresistas, el futuro. Que somos la esperanza, la ilusión, los anti-dogmáticos. Siento que somos los que no olvidamos lo que pasó para que no vuelva a pasar, los que queremos PAZ, libertad, justicia y pan para todo el mundo.

JAVIER KRAHE, en “Luz de gas” nos llena de optimismo. Su humor inteligente, su lenguaje culto y sin tapujos. Habla igual de sexo, de amor, de matemáticas, de ballenas, de pescadores, de monumentos que otra vez de sexo y de amor. Su alegre pesimismo nos hace pensar que es un ácrata (también sin complejos). También es claramente de izquierdas, pacífico y pacifista, anti-imperialista, en definitiva, también un moderno.

JAVIER KRAHE critica ácidamente nuestra sociedad y nuestros defectos, se ríe de sí mismo y de todo, todos nos reímos con él. Nos divertimos mucho, reflexionamos, nos hacemos más solidarios, más humanos. Y nos hace gozar con sus letras y con sus músicos, entre los que destaco a ANDREAS PRITTWITZ, clarinete, flauta y saxo, uno de los mejores saxos del momento, sin duda.

Para mi, sin duda, PACO IBÁÑEZ y JAVIER KRAHE, junto con otros, expresan en voz alta lo que pienso, lo que pensamos muchísimos. Son parte del presente y del futuro. Lo digamos o no lo digamos, seguimos galopando. “A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar”, ese mar, esa mar, que da “boquerón, calamar, y alguna ballenita, que también las da el mar”.