dimarts, 9 de desembre del 2008

VIAJE A QUESA


Como anunciaba hace unos días, he vuelto a visitar Quesa, los días 6, 7 y 8 de diciembre, después de haber estado hace más de 45 años.

Para mí, Quesa es el pueblo de la “tieta María”, pero hablando con ella he descubierto que no nació allí, sino en Vallvidrera, al lado de Barcelona. Tampoco creció ahí, sino en Barcelona, donde ha vivido hasta hace pocos años, cuando ya se ha instalado en Quesa, donde vive con su actual compañero Alfredo.


Así pues, la relación de la “tieta María” con Quesa era debida a que sus padres sí eran de ahí. Por eso fui yo a pasar unos días ese verano, por los años 1960…



En las charlas de estos tres días con mi tía María y su compañero Alfredo, hemos sabido de sus achaques, de las molestias de ir al médico a otra población mayor, de los problemas de toda familia con las “particiones” de casas y tierras, del problema de los agricultores que dejan perder sus cosechas de naranjas porque se los quieren pagar a precios miserables y no les sale a cuenta.



Ese problema de la agricultura, en este caso de las naranjas, es una muestra de la locura de nuestra sociedad. Seguramente, por acuerdos europeos o mundiales, tenemos que comprar las naranjas a Israel, u otras frutas a Chile, y ofrecer precios de miseria a nuestros agricultores. Y eso hace que las naranjas se dejen pudrir, mientras hay hambre a nuestro alrededor. Y las naranjas y otros productos que llegan al mercado, los pagamos muy caros.


Para nosotros, que vivimos en una gran ciudad, ha sido una gozada estar entre esos naranjos, coger las naranjas, olerlas, comerlas ahí mismo…


En algunos temas, los años no han pasado para Quesa. Los nombres de las calles siguen recordando a sus “héroes nacionales”.































Y otras cosas, por suerte, siguen existiendo, como el lavadero público, las pastas de manteca, las “toñas” …



Al regresar hicimos parada en Navarrés, y visitamos la tumba de Joan Baptista Humet, todavía repleta de flores, ya que como he contado en este “blog” falleció hace pocos días.
















No sé cuando volveré a Quesa, pero me llevo muy buen recuerdo. Igual o mejor que el que tenía.